¿Qué es
un modelo?
Un modelo
es una abstracción teórica del mundo real que tiene dos utilidades
fundamentales:
- Reducir la complejidad, permitiéndonos ver las características importantes que están detrás de un proceso, ignorando detalles de menor importancia que harían el análisis innecesariamente laborioso; es decir, permitiéndonos ver el bosque a pesar del detalle de los árboles.
- Hacer predicciones concretas, que se puedan falsar mediante experimentos u observaciones. De esta forma, los modelos dirigen los estudios empíricos en una u otra dirección, al sugerir qué información es más importante conseguir.
Sin
embargo, es importante recordar que los modelos no nos proporcionan una
información directa de lo que está ocurriendo realmente en el mundo real. Las
predicciones del modelo deberán ser validadas o refutadas por los resultados empíricos.
Existen
tres tipos fundamentales de modelos: verbales, de simulación y analíticos.
Los modelos
verbales se ajustan al esquema de "si se cumple esta condición,
entonces lógicamente debería de ocurrir esto". Aunque algunas personas no
tienen muy buena opinión de estos modelos verbales, pues carecen de rigor
matemático, estos modelos pueden llegar a ser muy potentes. La teoría de Darwin
de evolución por selección natural era un modelo verbal y, sin embargo,
revolucionó la biología. El modelo de Darwin establecía que si existe variación
en un carácter que esté correlacionado con el éxito reproductivo, y esta
variación es "heredable", entonces el carácter cambiará en sucesivas
generaciones; es decir, evolucionará.
En los modelos
de simulación el sistema que se quiere modelar se simula en un ordenador.
Por ejemplo, partiendo de unas determinadas frecuencias alélicas en los
gametos, podemos pensar en un determinado sistema de cruzamientos (aleatorio,
direccional o endógamo) y simularlo en el ordenador. Para ello, sería necesario
proporcionar al ordenador las instrucciones necesarias de cómo habrán de
combinarse los gametos para producir los cigotos de la siguiente generación.
Con esta información, el ordenador sería capaz de calcular las frecuencias genotípicas
resultantes en función del sistema de cruzamientos modelado.
Los modelos
analíticos definen el sistema con ecuaciones que pueden resolverse para
diferentes valores de las variables introducidas y así, predecir el
comportamiento del sistema. Los modelos analíticos son los más difíciles de
construir, pero también los más potentes. Por ejemplo, el modelo de
Hardy-Weinberg es un modelo analítico de la relación entre las frecuencias
génicas y genotípicas de una población bajo condiciones de apareamiento aleatorio.
Todos los
modelos parten de una serie de supuestos, explícitos o implícitos, para
simplificar el sistema. En parte, estos supuestos se establecen para hacer el
modelo asequible desde un punto de vista matemático o computacional,
especialmente en el caso de los modelos analíticos, pero también para facilitar
la comprensión del modelo. Hay que recordar que simplificar el mundo real es
uno de los objetivos prioritarios de los modelos. Es importante considerar
minuciosamente cada uno de los supuestos de cualquier modelo, pues de ello
dependerá cómo de bien se ajusta el modelo al mundo real. Esto no quiere decir
que un modelo carezca de valor para entender un organismo que incumple alguno
de los supuestos del modelo, ya que muchos de estos modelos son robustos;
es decir, las predicciones del modelo no cambian mucho cuando se incumple
alguno de los supuestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario